Oslo – Noruega

Desde Copenhague en Dinamarca cruzamos la Bahía Kattegat por un larguísimo puente hacia Malmo, en territorio sueco, para emprender camino hacia Oslo, la capital de Noruega, en un viaje de unas cuantas horas.

Al llegar a ésta ciudad, una de las capitales más pequeñas del mundo, con un poco más de 500.000 personas, dimos algunas vueltas por el centro sin saber exactamente a dónde ir.

Finalmente decidimos recorrer las afueras, dado que carecíamos de tiempo y preferimos visitar algunos museos, para luego de hacer los fiordos, volver a la ciudad, y esta vez sí, conocer el centro.

Es así que fuimos al museo de los Vikingos y el del rompe hielos Fram, ingresando gratis a ambos gracias al carnet de prensa. Ambos resultaron bastante interesantes para conocer un poco más de la cultura vikinga. En el primero habían muchos restos de barcos, armas y otros artefactos utilizados por ésta civilización tan antigua. El segundo era un museo exclusivo del barco Fram, el cual fue un barco utilizado en expediciones en el Mar Artico. El problema resultó en que no sabíamos que el parking de ambos museos era pago, y las 2 veces que dejamos el auto en el estacionamiento nos multaron!!! La cifra mejor no la digo porque me pone mal, pero no se ni siquiera cuando ni donde pagarla... jejje.

Luego visitamos el parque Frogner, uno de los más importantes de la ciudad, en donde nos sacamos fotos muy graciosas en sus estatuas creadas por el escultor Vigelands, uno de los más importantes por estos lugares, las cuales son muy raras.

Luego de éste divertido paseo, era la hora de continuar nuestra travesía, y ésta vez visitar los increíbles fiordos noruegos.