jueves, 20 de septiembre de 2007

Estocolmo - Suecia


El jueves 30 de agosto llegamos muy temprano en la mañana a la hermosísima ciudad de Estocolmo. Lo primero que hicimos fue recorrer la ciudad buscando un camping en el centro, en donde nos habían comentado que no se pagaba. Pero cuando lo encontramos, el mismo ya había cerrado por la temporada, lo que nos generaba el inconveniente de tener que buscar otro en las afueras, pero ya estábamos en el centro.

Es así que decidimos estacionar la camioneta en un parking cerrado, y salir a recorrer la ciudad, y dejar el tema del alojamiento para después.

Caminamos mucho y conocimos hermosos edificios como el Teatro Kunliga, y el Museo de las Armas, que resultó muy interesante. Atravesamos muchos puentes que unen distintos puntos de la ciudad, y fuimos al Museo del Vasa, un antiguo barco que se hundió en su viaje inicial hace 400 años, y estuvo 300 años hundido hasta ser reflotado. Fuimos al acuario en donde vimos tiburones, estrellas de mar, caballitos de mar, corales y otros tantos animales.

Muchos de estos paseos eran pagos, pero la delegación de prensa de éste grupo de viaje siempre se las ingenia para salirse con las suyas. Hasta yo utilicé el carné de Alberto para poder ingresar sin pagar, pues me había olvidado del mío en la camioneta, junto con mis pertenencias. Claro está que él y yo físicamente podemos pasar desapercibidos, por existir algún parecido, pero los encargados de los lugares ni siquiera miraban la foto del carnet, lo cual nos facilitaba enormemente la "dificil" tarea de ahorrarnos algunas Coronas suecas...

Seguimos caminando y conociendo otras partes de la ciudad, pero a media tarde dimos por finalizada la jornada turística, y decidimos buscar el camping en donde nos íbamos a hospedar.
Al llegar al mismo, que nos costó bastante pues no nos decidíamos entre 2 lugares, nos mandamos algunas de las nuestras. Declaramos por 3 personas en vez de 5. Esto significaba que 2 de nosotros debían andar escondiéndose para que no nos descubrieran, pero está bueno andar de incógnito por ahí. Creo que lo gracioso de ésta historia en particular fue el hecho de que Alberto y yo fuimos los "escogidos" para no pagar, y ésto implicó que entráramos al camping caminando. Pero para que no nos descubrieran nos escondimos en los baños mientras que los demás armaban la carpa... Fue muy gracioso pues estuvimos cerca de una hora ahí dentro, esperando por los otros, y al fin se puede decir que dió sus frutos, y nos salimos con la nuestra...

Creo que en ningún momento aclaré la forma en que nos organizamos para dormir. Si bien tenemos 2 carpas, estamos durmiendo solo en una, pues una de ellas no es de buena calidad, y no la estamos usando. En la carpa buena duermen 3 de nosotros, y en la camioneta duermen los otros 2. Esto esta bueno cuando no dormimos en campings y lo hacemos en la ruta. Así tenemos vigilada la camioneta, y no la dejamos sola, y a su vez los que están en la camioneta cuidan de cierta forma a los que duermen en la carpa.

Esa noche en Estocolmo me tocó dormir en la carpa, y realmente hacía mucho frío, similar al que sentimos en el camping de Helsinki. Esto es pues la temporada estival está finalizando. Hay que considerara que como nos encontramos muy al norte, el verano dura menos de 3 meses, y a esta altura del año, empieza a refrescar mucho, y ya no es tan recomendable dormir en campings. Y ésta situación se aprecia alrededor, pues los campings ya no se encuentran tan concurridos como en otros países, en otras épocas del año.

A la mañana siguiente, luego de dejar la camioneta en el mismo parking que ayer, salimos a caminar por el centro de la ciudad, y visitar lo que nos restaba por conocer.

Nuestro primer destino lo constituyó la iglesia de Saint Jacob, justo por detrás del edificio de la Opera, por el cual pasamos después. En la iglesia, el Cura se puso a hablar con nosotros y nos resultó muy simpático en el trato. Tanto que nos invitó a que nos quedáramos en la misa que iba a realizar en breves minutos. Pero no podíamos darnos el lujo de "perder el tiempo" en eso, lo que queríamos era visitar más lugares de la ciudad. Seguimos paseando y cruzamos por algunos de los puentes de la ciudad y pasamos por el Palacio Real. Luego seguimos caminando y fuimos a la peatonal Drottningatan, una hermosa calle repleta de tiendas de souvenirs, supongo que debe ser la principal calle en cuanto al aspecto turístico-comercial. Luego dimos la vuelta y nos dirigimos a la Ciudad Vieja, donde dimos con la Plaza Central llamada Storget, y su Catedral, el antiguo palacio de la Bolsa el cual actualmente es un museo del Premio Nobel. Allí en la ciudad vieja recorrimos hermosísimas y antiquísimas calles. Era una belleza!!! Seguimos recorriendo muchas zonas del centro, disfrutando muchísimo de su arquitectura. Para mí es la ciudad más linda de los países escandinavos, sin lugar a dudas.

Quisimos ir hasta el Observatorio, que prácticamente se encontraba en la otra "punta" del centro, pero cuando llegamos al mismo, luego de haber caminado bastantes cuadras, estaba cerrado. Estábamos bastante cansados luego de toda la jornada caminando, y decidimos volver al camping.

Por la noche salimos a recorrer la fría movida sueca. Henry se ofreció a llevarnos en el auto a Matías, Alberto y a mí, quedándose dentro del auto en el parking que teníamos pago por 24 horas, desde la mañana. Eso nos pareció genial, pues pudimos aprovechar para seguir paseando y con el estacionamiento pago. Estábamos con muchas ganas de salir de noche, salida que veníamos postergando de ciudad en ciudad pues siempre estábamos cansados... Pero ésta vez se nos dio!!!

Salimos los 3 mosqueteros a ver cómo se divierten los suecos (y las suecas, jejje). Caminamos mucho con el mapa en la mano, para ver donde estaban los pubs, pasando por algunos que no parecían ser gran cosa. Al final dimos con una zona en donde habían varios boliches. Entramos a uno con carnet de prensa, haciéndoles el verso de que estábamos haciendo un informe de la noche (lo cual al fin de cuentas es cierto dadas nuestras intenciones y este post en el blog).

Estuvimos un ratito, y nos fuimos a visitar algún otro boliche. Y ahí fue que comenzó nuestro "naufragio". Tratamos de ingresar a los demás boliches, y no podíamos!!! O había mucha gente, o no nos dejaban entrar, o eran muy caros, o estaban cerrando!!! (pues parece que los boliches en Estocolmo cierran temprano, tipo a las 3 a.m.). Y así estuvimos un buen rato rebotando de un lado al otro, por las frías calles suecas. Nos deberíamos haber quedado en el primer boliche de entrada, pero creo que la facilidad en que ingresamos al mismo nos jugó una mala pasada, creímos que íbamos a poder ingresar tan fácil a todos los otros, pero nos equivocamos... Llegó un momento en que no tenía mas sentido seguir así, además estábamos cansados y con frío. Resulta entonces que fuimos al parking y cuando llegamos nos dimos cuenta que estaba la puerta cerrada y no podíamos entrar!!! Tampoco sabíamos a que hora abría!!! Habían unos carteles que decían el horario pero estában en sueco, y no entendíamos nada!!! No sabíamos si abría nuevamente a las 6, a las 8 o a las 10!!!, que era lo único que podíamos descifrar!!! Y eran apenas las 4 de la mañana!!! Empezamos a caminar para ver que hacer, pero el frío se sentía, y mucho. Se nos ocurrió ir a resguardarnos a la estación de subte, cual si fuéramos unos mendigos sin techo. Allí nos quedamos dormidos por un rato (por lo menos estábamos calentitos), hasta que nos despertamos como para ir al auto y volvernos. Por suerte estaba el estacionamiento abierto, a eso de las 6 de la mañana, y pudimos irnos... Fue una noche larga!!!, pero al fin de cuentas estuvo bueno... jejje.

A la mañana siguiente, y luego de una muy breve siesta matutina, ya que no podíamos perder el tiempo en dormir hasta tarde, nos fuimos temprano del camping con la "novedad" de no haber pagado por los servicios. Nunca devolvimos el carnet que nos dieron, y volamos antes de que abriera la recepción, jejje. Bueno, con ésta avivada nos despedimos de Estocolmo, habiéndonos ahorrado bastante efectivo también, y a su vez era el día en que nos despedíamos de Alberto por algunas semanas, pues él se bajaba de la camioneta por tener otro itinerario, juntándose con nosotros nuevamente en España.

Después de esto emprendimos el largo viaje hacia Berlín.

No hay comentarios: