Del camping de Estocolmo nos fuimos muy temprano, para aprovechar que la recepción estaba cerrada, y no pagamos por las 2 noches. Ese era el día en que Alberto se nos separaba por algunas semanas, ya que él tenía otro itinerario, distinto al nuestro. Desde Estocolmo emprendimos camino por la ruta hasta que dejamos a Alberto en un poblado a escasos km de la capital sueca.
Después de esa parada técnica con despedida de por medio, emprendimos el largo viaje hacia la capital alemana, el cual nos costó muy caro en combustible, y por ser tan largo el trayecto, lo dividimos en 2 días, el primero de los cuales lo terminamos en la ciudad de alemana de Lübeck, en el mismo camping en donde nos habíamos quedado la primera vez.
Como llegamos tarde, el camping ya estaba cerrado, pero eso no impidió que nos quedáramos ahí, sino que nos facilitó la tarea de alojamiento gratuito. Ingresamos caminando y armamos la carpa en una parcela cualquiera. A la mañana siguiente, y antes de que abriera la recepción nos pelamos, sin que nadie se diera cuenta de que nos habíamos quedado ahí…
Partimos inmediatamente hacia Berlín, ciudad a la cual llegamos a media mañana. No pudimos hacer el check in en el albergue al llegar, pues el mismo era pasado el mediodía. Es así que aprovechamos para salir a dar una vuelta por el barrio. Dimos con una visita bastante interesante en el zoológico, el cual es de primerísimo nivel. Allí pudimos ver rinocerontes, hipopótamos, tigres, elefantes, lobos blancos y otros animales más. Yo estaba fascinado dado que me gustan los animales, aunque prefiero que los mismos no estén enjaulados, pero de todas formas están en mejores condiciones que los zoológicos de Uruguay.
Otro de los paseos que hicimos en éste primer día fue visitar la Breitscheid Platz, en donde se encuentran los restos de una iglesia destruida por la Segunda Guerra Mundial. Es increíble cómo se conservan las ruinas de una ciudad devastada por la guerra. Luego de algún otro paseo más por las calles aledañas, nos fuimos al hotel para realizar el check-in y descansar. Estábamos muy cansados y necesitábamos detenernos un poco para retomar energías.
La mañana siguiente amaneció con mucha lluvia, pero eso no impidió que hiciéramos un city tour gratuito, en español y caminando por la ciudad. Y es que en verdad ya estamos acostumbrados, pues el clima nos viene siendo adverso desde hace ya mucho tiempo, como si una nube nos estuviera siguiendo por nuestro recorrido, cual si fuera un integrante más de la camioneta.
Pero uno puede preguntarse cómo es posible que sea gratis el tour?? Mediante la colaboración de los clientes, que aportan con una suma a voluntad, o sea, mediante propinas. Y aunque parezca extraño, es de una calidad soberbia. Quedamos todos muy contentos con el tour. Nuestra guía, Alejandra, nos llevó por los puntos históricos más importantes de la antigua Berlín Oriental.
El tour comenzó en la Puerta de Brandemburgo, al lado de la Plaza Parisina. Allí se encuentra el Atlon hotel, muy lujoso y famoso, que tomó notoriedad mundial cuando el afamado cantante Michael Jackson quiso mostrar a su hijo desde el balcón y lo asomó para afuera, sin preocuparse de que el pequeño pudiera caer!!!
Después de esa parada técnica con despedida de por medio, emprendimos el largo viaje hacia la capital alemana, el cual nos costó muy caro en combustible, y por ser tan largo el trayecto, lo dividimos en 2 días, el primero de los cuales lo terminamos en la ciudad de alemana de Lübeck, en el mismo camping en donde nos habíamos quedado la primera vez.
Como llegamos tarde, el camping ya estaba cerrado, pero eso no impidió que nos quedáramos ahí, sino que nos facilitó la tarea de alojamiento gratuito. Ingresamos caminando y armamos la carpa en una parcela cualquiera. A la mañana siguiente, y antes de que abriera la recepción nos pelamos, sin que nadie se diera cuenta de que nos habíamos quedado ahí…
Partimos inmediatamente hacia Berlín, ciudad a la cual llegamos a media mañana. No pudimos hacer el check in en el albergue al llegar, pues el mismo era pasado el mediodía. Es así que aprovechamos para salir a dar una vuelta por el barrio. Dimos con una visita bastante interesante en el zoológico, el cual es de primerísimo nivel. Allí pudimos ver rinocerontes, hipopótamos, tigres, elefantes, lobos blancos y otros animales más. Yo estaba fascinado dado que me gustan los animales, aunque prefiero que los mismos no estén enjaulados, pero de todas formas están en mejores condiciones que los zoológicos de Uruguay.
Otro de los paseos que hicimos en éste primer día fue visitar la Breitscheid Platz, en donde se encuentran los restos de una iglesia destruida por la Segunda Guerra Mundial. Es increíble cómo se conservan las ruinas de una ciudad devastada por la guerra. Luego de algún otro paseo más por las calles aledañas, nos fuimos al hotel para realizar el check-in y descansar. Estábamos muy cansados y necesitábamos detenernos un poco para retomar energías.
La mañana siguiente amaneció con mucha lluvia, pero eso no impidió que hiciéramos un city tour gratuito, en español y caminando por la ciudad. Y es que en verdad ya estamos acostumbrados, pues el clima nos viene siendo adverso desde hace ya mucho tiempo, como si una nube nos estuviera siguiendo por nuestro recorrido, cual si fuera un integrante más de la camioneta.
Pero uno puede preguntarse cómo es posible que sea gratis el tour?? Mediante la colaboración de los clientes, que aportan con una suma a voluntad, o sea, mediante propinas. Y aunque parezca extraño, es de una calidad soberbia. Quedamos todos muy contentos con el tour. Nuestra guía, Alejandra, nos llevó por los puntos históricos más importantes de la antigua Berlín Oriental.
El tour comenzó en la Puerta de Brandemburgo, al lado de la Plaza Parisina. Allí se encuentra el Atlon hotel, muy lujoso y famoso, que tomó notoriedad mundial cuando el afamado cantante Michael Jackson quiso mostrar a su hijo desde el balcón y lo asomó para afuera, sin preocuparse de que el pequeño pudiera caer!!!
Luego fuimos al moderno Memorial del Holocausto Judío, una obra que costó € 27.000.000, y es una obra muy extraña, con bloques de cemento de distintos tamaños que ocupan una manzana entera, y de superficie ondulada. El arquitecto que lo diseño, Peter Eisenman explica que su obra, es percibida como un laberinto desde el interior, y pretende reflejar y hacer sentir a los visitantes la misma angustia y desorientación que padecieron los prisioneros de los campos de concentración nazis.
Pasamos también por el lugar en donde estuvo el Bunker de Adolf Hitler, dentro del cual el Tercer Reich se suicidó, pero no existe acceso al mismo, ya que ha sido destruido y se encuentra tapado. Este se encuentra en donde era una zona militar, pero actualmente forma parte de un área residencial. Si bien Berlín es una ciudad muy antigua, las edificaciones son muy modernas.
Esto se debe a que fue destruida casi por completo durante la guerra, y se ha tenido que re edificar nuevamente. Es una ciudad muy sencilla, su reconstrucción se ha dado sin mucho lujo por llamarlo de alguna manera. Pasamos por el edificio del Ministerio de Finanzas, que durante la guerra fue la sede del Gobierno Nazi, y en la post guerra lo fue del Gobierno Soviético. Visitamos también restos del Muro del Berlín, o Berlin Mauer como lo llaman los alemanes, el cual se encuentra en varios puntos de la ciudad. Seguimos caminando por la zona y visitamos el Charlie Check Point, uno de los puntos en donde el ejercito aliado se situaba. Caminamos por la Friederichstraϐe, una calle muy chick. Seguimos recorriendo la ciudad y visitamos algunos otro puntos de interés como por ejemplo una iglesia luterana, la Universidad de Humboldt, en donde grandes genios han estudiado como Einstein (el cual también supo dar cátedra en sus aulas), Herz, los hermanos Humboldt, el mismísimo Karl Marx y muchos otros famosos. Visitamos la Ópera reconstruida, el monumento a Federico el grande, el Museo de Historia, y la Casa de Gobierno de la RDA. En fin, muchos puntos interesantes de ésta gran ciudad, que por lo que nos dijo la guía está de moda en Alemania. Fue una muy interesante recorrida, cargada de explicaciones que enriquecían la experiencia de conocerla.
Al finalizar el tour seguimos recorriendo la ciudad, pero esta vez recorriendo la iglesia evangélica de Santa María, y fuimos a la Postdamer Platz, en donde hay más restos del Muro. Luego de todo esto nos fuimos al hotel, habiéndome quedado con la sensación de haber aprovechado el día al máximo.
Nuestro último día en Berlín amaneció con lluvia también, lo cual nos condicionó el resto del día, el cual debíamos re planificar. Es así que luego del check out, salimos a recorrer algunos puntos de la ciudad en la camioneta que nos habían quedado por conocer.
Primero que nada fuimos al Olympia Stadium, en donde se jugaron partidos de la Copa del Mundo del 2006, y en donde se jugara la final del mundial. Pudimos ingresar con carné de prensa, y mediante la ayuda de un audio guide, ingresamos al predio y lo vimos por dentro. El estadio es magnífico, pues se mezcla la antigua fachada, ya que fue construido para las Olimpíadas de 1936, con un interior moderno, hecho a nuevo para el mundial de futbol.
Desde aquí nos fuimos al Castillo de Charlotenburgo, al cual no ingresamos por carecer de tiempo, pero si lo bordeamos. Es que después de haber visitado tantas cosas, algunas teníamos que sacrificar... Tomamos luego por la Avenida 17 de Junio para ver la Gran Estrella y la Columna de la Libertad. Inmediatamente nos encontramos con la Puerta de Brandemburgo, de similar arquitectura que la Acrópolis Griega. Desde allí se puede apreciar el Reichstag, donde se encuentra el Parlamento Alemán. Me hubiera gustado mucho ingresar al mismo, pero nos resultó imposible.
Luego de éstos paseos pusimos punto final a nuestra recorrida por ésta gran ciudad para emprender viaje hacia la República Checa y conocer su capital, Praga. Berlín fue una ciudad que me gustó mucho.
Esto se debe a que fue destruida casi por completo durante la guerra, y se ha tenido que re edificar nuevamente. Es una ciudad muy sencilla, su reconstrucción se ha dado sin mucho lujo por llamarlo de alguna manera. Pasamos por el edificio del Ministerio de Finanzas, que durante la guerra fue la sede del Gobierno Nazi, y en la post guerra lo fue del Gobierno Soviético. Visitamos también restos del Muro del Berlín, o Berlin Mauer como lo llaman los alemanes, el cual se encuentra en varios puntos de la ciudad. Seguimos caminando por la zona y visitamos el Charlie Check Point, uno de los puntos en donde el ejercito aliado se situaba. Caminamos por la Friederichstraϐe, una calle muy chick. Seguimos recorriendo la ciudad y visitamos algunos otro puntos de interés como por ejemplo una iglesia luterana, la Universidad de Humboldt, en donde grandes genios han estudiado como Einstein (el cual también supo dar cátedra en sus aulas), Herz, los hermanos Humboldt, el mismísimo Karl Marx y muchos otros famosos. Visitamos la Ópera reconstruida, el monumento a Federico el grande, el Museo de Historia, y la Casa de Gobierno de la RDA. En fin, muchos puntos interesantes de ésta gran ciudad, que por lo que nos dijo la guía está de moda en Alemania. Fue una muy interesante recorrida, cargada de explicaciones que enriquecían la experiencia de conocerla.
Al finalizar el tour seguimos recorriendo la ciudad, pero esta vez recorriendo la iglesia evangélica de Santa María, y fuimos a la Postdamer Platz, en donde hay más restos del Muro. Luego de todo esto nos fuimos al hotel, habiéndome quedado con la sensación de haber aprovechado el día al máximo.
Nuestro último día en Berlín amaneció con lluvia también, lo cual nos condicionó el resto del día, el cual debíamos re planificar. Es así que luego del check out, salimos a recorrer algunos puntos de la ciudad en la camioneta que nos habían quedado por conocer.
Primero que nada fuimos al Olympia Stadium, en donde se jugaron partidos de la Copa del Mundo del 2006, y en donde se jugara la final del mundial. Pudimos ingresar con carné de prensa, y mediante la ayuda de un audio guide, ingresamos al predio y lo vimos por dentro. El estadio es magnífico, pues se mezcla la antigua fachada, ya que fue construido para las Olimpíadas de 1936, con un interior moderno, hecho a nuevo para el mundial de futbol.
Desde aquí nos fuimos al Castillo de Charlotenburgo, al cual no ingresamos por carecer de tiempo, pero si lo bordeamos. Es que después de haber visitado tantas cosas, algunas teníamos que sacrificar... Tomamos luego por la Avenida 17 de Junio para ver la Gran Estrella y la Columna de la Libertad. Inmediatamente nos encontramos con la Puerta de Brandemburgo, de similar arquitectura que la Acrópolis Griega. Desde allí se puede apreciar el Reichstag, donde se encuentra el Parlamento Alemán. Me hubiera gustado mucho ingresar al mismo, pero nos resultó imposible.
Luego de éstos paseos pusimos punto final a nuestra recorrida por ésta gran ciudad para emprender viaje hacia la República Checa y conocer su capital, Praga. Berlín fue una ciudad que me gustó mucho.
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