lunes, 13 de agosto de 2007

Hamburgo – Alemania


Luego de visitar la capital "naranja", nos fuimos a esta ciudad alemana. Una ciudad relativamente grande, pero que no tenía muchas cosas para ofrecernos, o que quizás no supimos aprovechar.

El viaje hacia Hamburgo se caracterizó por ser un tanto accidentado en la ruta... Cuando partimos de Amsterdam, tomamos la autopisa (caracterizada por un paisaje al cual nosotros no estabamos acostumbrados por carecer en nuestro país: molinos de viento para aprovechar la energía eólica) con la intención de tener un viaje más directo y tranquilo.

Pero al poco tiempo de partir, y estando en territorio holandés, sentimos un fuerte estruendo que nos asustó a todos. Cuando nos detuvimos nos dimos cuenta de que la mesa que llevábamos atada al techo de la camioneta había volado literalmente por los aires golpeando el asfalto. De milagro no habían coches que venían atrás nuestro, pues de lo contrario hubiera sido una tragedia. Pero afortunadamente fue solo un susto. Lógicamente que a esa endemoniada mesa la dejamos tirada al costado de la ruta, no queríamos saber más nada de ella. Pero cuando ingresamos al auto para continuar la marcha, la camioneta no encendía. Se había desconfigurado la computadora de abordo vaya uno a saber por qué, y no la podíamos encender... No teníamos forma de comunicarnos para pedir ayuda, ya que carecíamos de celular, pero afortunadamente a los pocos minutos se detuvo un auto de la policía, el cual nos ayudó a solicitar ayuda al servicio de asistencia gratuito de Renault. Y así fue como, luego de una hora aproximadamente y un reseteo de la batería por parte de un mecánico, retomamos la marcha, con la sensación de que lo que nos acababa de pasar, no debería haber ocurrido... y rezando para que no nos vuelva a suceder nada similar...

Llegamos a la ciudad de Hamburgo en la noche del Sábado 4 de Agosto, y como ya es habitual, nos costó ubicar el camping. Lamentablemente cuando por fin lo encontramos, luego de un buen rato ambulando por la ciudad, el mismo ya había cerrado, y no nos dejaron entrar!!!! Para peor el guardia de seguridad no hablaba inglés, y no pudimos pedirle asesoramiento... Pero como era sábado por la noche, decidimos cambiarnos en el estacionamiento mismo del camping, y salir a recorrer la zona de St. Pauli, donde sabíamos que había muy buen movimiento. Y pasamos bastante bien, estuvo muy divertida la salida. Descubrimos que Hamburgo también tiene una zona roja, pero es de solo una cuadra, en donde las chicas se exponen de la misma forma que en Ámsterdam. También hay mucho sex shop y bares de striptease, y muchas discotecas y pubs.

Quedamos gratamente sorprendidos con la movida nocturna, había muy buena onda en las calles, animo de fiesta, etc.

A la mañana siguiente, cuando quisimos hacer el check in en el camping, resulta que el camping no tenia mas disponibilidad!!! Fue una muy fea sensación, ya que estábamos muy cansados. O sea, nos embromamos!!! Detuvimos la camioneta en un parque aledaño al camping, pero había mucha gente, pues había como una gran feria. Así fue como tuvimos que dormir nuevamente una siesta en la camioneta, bastante incómodos, sin habernos bañado, y con hambre

Luego de la siesta reparadora, de día volvimos a la zona de St. Pauli, en donde hay algunos puntos de interés. Caminamos por algunas calles y visitamos la catedral de Saint Michel, y me pareció muy linda. En verdad me pareció algo chata la ciudad de día. Con poco monumento (lo cual puede ser lógico ya que era domingo), poca arquitectura linda, quizás por haber pertenecido a la Alemania Oriental.

De tardecita viajamos al Norte hacia un pueblo llamado Lübeck, en donde pasamos la noche en un camping para, a la mañana siguiente partir rumbo a Dinamarca.

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