Salzburgo - Austria

Salzburgo es una ciudad de unos 140.000 habitantes, situada en el oeste de Austria, muy cerca de la frontera con Alemania. Llegamos al mediodía del domingo 9 de Septiembre, y lo primero que hicimos fue buscar un estacionamiento en donde poder dejar la camioneta. Ni bien dejamos la camioneta en el parking, que por suerte era céntrico, salimos a recorrer esta pintoresca y pequeña ciudad.

En nuestra recorrida decidimos recorrer la parte céntrica, por no disponer de mucho tiempo para visitar otros lugares. Pasamos por el edificio de la Universidad de Salzburgo, y algunas pequeñas iglesias hasta que llegamos a la Dam Platz, en donde se encuentra la Catedral, la cual tuvo que ser reconstruida varias veces por haber sufrido unos cuantos incendios a lo largo de su historia. Nos detuvimos unos cuantos minutos en ella para poder apreciar su belleza y sacar buenas fotografias.

Al salir fuimos a lo que viene a ser el punto turístico más importante de la ciudad: la Fortaleza de Salzburgo. No pudimos ingresar gratis con carnet de prensa, pero de todas formas pagamos el ticket para ingresar. La fortaleza por dentro no es gran cosa, pero tiene una espléndida vista de la ciudad, ya que se encuentra en la cima de una colina. Lo bueno es que adentro de la fortaleza tuvimos un paseo guiado, el cual estuvo bueno. Vimos también adentro un museo de antigüedades el cual estuvo interesante, con elementos de guerra y algunas cosas mas. Yo creo que igual nos quedamos con una sensación de poca cosa, no nos impresionó tanto como lo hubieramos imaginado. Es como que esos 8 euros no fueron una gran inversión, pero tampoco podíamos dejar de visitarla... Después de ésta visita, descendimos en funicular hasta el centro nuevamente. En verdad el funicular nos dejaba en una plaza situada entre la Catedral y la Fortaleza, en donde hay algunos puestos callejeros en donde se venden souvenirs típicos de la ciudad. A su vez es muy gracioso ver a varias personas disfrazadas "a la antigua", con típicos atuendos clásicos austríacos.

Al continuar con nuestros paseos, bajo no muy buenas condiciones meteorológicas, vimos la casa natal de Mozart, pero no nos dejaron ingresar gratis y nos fuimos. Ya no estábamos para seguir pagando entradas, jejje. Además ya habíamos conocido la casa de Mozart en Viena. A pocas cuadras de ahí nos divertimos mucho con un pobre viejo borracho, que estaba cantando y se reía solo en plena calle. En verdad era triste verlo en esas condiciones, pero nos resultó muy gracioso también. El centro comercial de la ciudad me pareció muy lindo y muy pintoresco. Luego pasamos por el puente que separa la ciudad vieja de la nueva, sobre el Río Salzach, y allí vimos otra exhibición de Mozart, a la cual sí ingresamos con carnet de prensa. Como se podrán dar cuenta, aquí también la temática es recurrente, y por doquier se hace mención al genial Mozart, el cual por razones obvias debe ser orgullo nacional. Luego de aquí vimos un monumento de Mozart, y finalmente retornamos al auto para irnos.

En un principio tratamos de hacer algo de ruta para avanzar en el camino, pero no encontramos lugar en donde quedarnos. Ahí tomamos la decisión de dar la vuelta y conseguir un camping más cerca de Salzburgo, el cual encontramos ya entrada la noche. Por suerte la recepción estaba cerrada y nos pudimos colar, con la única condición del madrugón típico de la mañana siguiente para que no nos vieran...

Con los gurises de la camioneta estamos todo el tiempo juntos, y está bueno que así sea. En la cena, llegamos a la conclusión de que sería mejor no hacer la ciudad de Munich como próximo destino. Es así que hicimos un cambio, que a la postre se puede decir que resultó todo un acierto.
Decidimos agregar un país más y poder hacer Suiza, para poder visitar y conocer la cadena montañosa de los Alpes.