Pisa y Génova - Italia

En nuestro camino hacia Génova, pasamos previamente por la ciudad de Pisa, en donde visitamos la torre inclinada homónima, que es prácticamente el único punto turístico importante que la ciudad tiene para mostrar. Y ésta torre es realmente muy bella y lógicamente llama la atención la inclinación que tiene. Se encuentra ubicada en una gran plaza, en donde también existe una gran iglesia, a la cual no pudimos ingresar por carecer de tiempo.

La ciudad en sí conserva un atractivo básicamente en su casco antiguo, muy cerca de la torre, con construcciones muy pintorescas y bien conservadas.

Luego de ésta breve visita, seguimos camino rumbo a Génova, ciudad que la utilizamos solamente como punto estratégico, pues ahí pensábamos pasar la noche, luego de muchas horas de manejar durante el día.

Llegamos bastante entrada la noche, dado que habíamos salido tarde de Roma, y nos atrasamos más aún con la escala en Pisa, pero por suerte no nos fue difícil hallar el camping en donde nos íbamos a quedar. El mismo quedaba sobre la cima de una colina, el cual estaba bastante desierto, quizás ya por la época del año en la que estábamos, o quizás porque como ciudad, Génova no ofrece grandes cosas a los turistas, que buscan éstos económicos servicios de alojamiento.

Pero lo cierto es que, luego de haber pasado la noche ahí, a la mañana siguiente, y ya comenzando el trayecto hacia la Riviera Francesa, paseamos en la camioneta para conocer algo de la ciudad. Y quedamos todos bastantes sorprendidos, pues nos encontramos con una muy bella ciudad portuaria, con agradables paisajes y un bello entorno. No nos imaginábamos que iba a ser una ciudad tan bonita, pero realmente lo fue...

Desde aquí emprendimos camino hacia nuestro primer destino en Francia, país al cual estábamos ingresando por segunda vez, el Principado de Mónaco.