domingo, 4 de noviembre de 2007

Niza y Cannes - Francia


La historia se repite casi siempre. Cada vez que llegamos a una ciudad, nos cuesta horrores poder encontrar el alojamiento, ya sea un albergue o un camping, ya sea pre reservado o no.

Y el albergue de Niza no fue la excepción. Como quedaba sobre una colina, no en la dirección del centro sino en la opuesta, nos resultó bastante más complicado de encontrar, pero, ya sea preguntando o siguiendo la cartelería, pudimos llegar, solo que más tarde de lo planeado. Además cuando lo encontramos, tuvimos el inconveniente de que nos pidieron los carnets de miembro de Hostelling International, pero alguno de nosotros lo había perdido. Tuvimos que convencer al encargado de que nos dejara quedarnos a todos juntos igual, tarea que no nos fue muy difícil, ya que si hay algo que hemos venido desarrollando en éste viaje, es la capacidad de convencimiento (llamada también manipulación) sobre otras personas... jejje. Otra contra que tenía el albergue era que no tenía estacionamiento cerca, entonces tuvimos que bajar las valijas y dejarlas en la habitación (para no dejar la camioneta cargada con todas nuestras pertenencias sola), la cual era compartida con otras personas. Todas éstas eran complicaciones que no nos esperábamos, pero a fin de cuentas las solucionamos sin ningún tipo de contratiempo.

De mañana teníamos desayuno incluído en el albergue, el cual no era nada del otro mundo pero servía para ahorrarnos unos cuantos euros por día. A su vez, el albergue disponía de conexión a Internet, la cual supimos aprovechar para ponernos al día en algunas cuestiones. Esto nos llevó prácticamente toda la mañana, pero como Niza es una ciudad pequeña, esa demora no nos inquietó.

Salimos cerca del mediodía del Jueves 20 de Setiembre en la camioneta, y luego de dejarla en un parking, comenzó nuestra caminata por Niza. Recorrimos algunas calles del centro antes de bordear el puerto y caminar por la rambla. Esta es muy similar a la de Pirlápolis, o mejor dicho, éste balneario uruguayo se basó en ésta pequeña ciudad francesa. Tiene muy lindos edificios, pero sin embargo la playa en sí no es nada en especial. No hay arena sino que hay lo que nosotros los uruguayos llamamos "Cantos Rodados", pequeñas piedras que incomodan mucho al caminar descalzo. Como hacía calor no podíamos dejar de bañarnos en las claras aguas del Mar Mediterráneo. Estuvo muy lindo, y por suerte volvimos a disfrutar del topless femenino.

Luego de un buen rato de descanso en la playa nos dimos cuenta que debíamos ir a visitar Cannes también!!! Nos habíamos olvidado por completo!!!

Fuimos a buscar la camioneta y luego de una hora de viaje por la costa francesa llegamos a la ciudad de los festivales de cine. Y nos gustó mucho Cannes. Como no teníamos mucho tiempo, ya que era relativamente tarde, recorrimos los puntos más importantes en la camioneta, sin bajarnos de ella. Así fue que visitamos el centro, la rambla y el Palacio de los Festivales, donde se celebran los festivales de cine. Vimos muchos bellos edificios, y me gustó más que Niza, aunque la playa es mejor la primera. Luego de un rato de pasear por aquí nos volvimos a Niza en donde íbamos a pasar la noche nuevamente.

En el albergue nos acompañó en la habitación un veterano con pinta de borracho, no recuerdo de que país, pero europeo, que nos contó que había estado en Uruguay, hace un par de años de visita y le había gustado. Me pareció raro verlo, pues se suponía que el albergue era para jóvenes…

Y asi fue como transcurrió nuestra visita a estos balnearios franceses. Desde aquí partimos rumbo a Barcelona, en un muy largo trayecto...

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